Hay muchas teorías cuánticas sobre el campo magnético humano.
By Jewl Gem
Aunque la variación en la longitud del campo magnético en los humanos no es un concepto bien definido. Los campos magnéticos se miden típicamente en términos de su fuerza, dirección y distribución espacial. Sin embargo, cuando se trata del cuerpo humano, los campos magnéticos producidos pueden ser muy débiles y su longitud o extensión no se discuten o miden comúnmente. Campos magnéticos generados por el propio cuerpo y su potencial influencia en varios procesos fisiológicos. El cuerpo generalmente está localizado y limitado a regiones específicas, como el cerebro y el corazón. Nuestro corazón tiene un imán 100 veces más grande que el cerebro y crea un campo electromagnético en el cuerpo humano que se ve afectado por las emociones y la comunicación influenciada por quienes nos rodean, y el corazón se comunica con el cerebro a través de ondas de presión, sonido, hormonas, neurológica y electromagnéticamente. Se extiende 6 pies en todas las direcciones desde nosotros. La coherencia es el estado en el que dos o más cosas trabajan juntas; la coherencia cardíaca es la coherencia entre nuestro corazón y cerebro. Trabajar en la misma vibración y frecuencia. Esta transmisión de información se puede crear como una rutina, ya que se convierte en una práctica que mejora su campo magnético. Además, hacerlo a diario reduce el estrés.
Es importante tener en cuenta que los campos magnéticos producidos por el cuerpo humano son significativamente más débiles que los generados por fuentes externas, como imanes o dispositivos electrónicos… ¿O hay una interrupción en la “teoría del campo biomagnético”? Esta teoría ofrece más información y sugiere que el cuerpo humano genera y es influenciado por campos magnéticos. Según esta teoría, la actividad eléctrica del cuerpo, como la activación de neuronas en el cerebro o la contracción de músculos, produce pequeños campos magnéticos.
Estos campos biomagnéticos son extremadamente débiles en comparación con los campos magnéticos externos y generalmente se miden con instrumentos especializados como la magnetoencefalografía (MEG) o la magnetocardiografía (MCG). La MEG mide los campos magnéticos generados por el cerebro, mientras que la MCG mide los campos magnéticos producidos por el corazón. Los campos biomagnéticos pueden desempeñar un papel en varios procesos fisiológicos, incluyendo la comunicación dentro del sistema nervioso, la regulación de la actividad celular y posiblemente incluso en la interacción entre el cuerpo y los campos magnéticos externos.
Cabe mencionar que la influencia de los campos magnéticos externos en el cuerpo humano es un tema separado. El impacto de los campos magnéticos generados por dispositivos electrónicos, líneas eléctricas o imanes en la salud humana es otra área de estudio y existen pautas y regulaciones para garantizar la seguridad de estos campos externos.
Entonces, ¿cómo avanzamos en este conocimiento? A medida que nuestro corazón recibe señales del mundo que nos rodea, esto puede influir en nuestra sensibilidad emocional y procesamiento. El cuerpo humano genera naturalmente un campo magnético, que puede ser principalmente influenciado por corrientes eléctricas en el cuerpo. Hay algunas formas de apoyar el equilibrio electromagnético natural de su cuerpo.
Mantener un estilo de vida saludable puede respaldar el funcionamiento normal de los sistemas eléctricos del cuerpo. Dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y técnicas de manejo del estrés pueden contribuir al bienestar general, incluyendo el equilibrio electromagnético del cuerpo.
Pasando tiempo al aire libre y conectando con el campo electromagnético natural de la Tierra puede tener beneficios para algunas personas. Caminar descalzo sobre la tierra o sentarse en el césped puede ayudar a establecer una conexión con la carga eléctrica de la Tierra, potencialmente promoviendo una sensación de arraigo. Prácticas mentales y físicas como la meditación, el tai chi o el yoga pueden ayudar a promover la relajación, reducir el estrés y respaldar el flujo de energía natural del cuerpo. Estas prácticas se han asociado con efectos positivos en el bienestar general, incluyendo posibles impactos en el campo electromagnético del cuerpo. La conexión más efectiva es a través de emociones como el amor y la gratitud, mientras que el miedo lo degrada.
Algunas personas utilizan imanes o dispositivos magnéticos con fines terapéuticos. La terapia magnética implica colocar imanes en partes específicas del cuerpo para influir potencialmente en el flujo de energía del cuerpo. El sonido también crea energía infrarroja que genera acción biológica, el sonido estructura el agua. El cuerpo humano tiene un porcentaje promedio de agua que ronda el 60%, el porcentaje puede variar aproximadamente entre el 45% y el 75%.
Si bien es importante apoyar su bienestar general, intentar aumentar o manipular artificialmente el campo magnético del cuerpo puede no tener beneficios prácticos sustanciales y debe abordarse con precaución. Proteger su cuerpo de influencias adicionales en el campo electromagnético.