Por Ivan Gomez
La Cábala nos invita a contemplar la dualidad intrínseca de la existencia: luz y oscuridad. Más que ser fuerzas opuestas, son aspectos complementarios de una realidad más amplia. La oscuridad no es ausencia de luz, sino una manifestación diferente de la misma energía divina. Enfrentar la oscuridad se convierte así en un requisito fundamental para el crecimiento espiritual.
En el corazón de la enseñanza cabalística se encuentra el Árbol de la Vida, un símbolo que trasciende el tiempo y el espacio. Sus ramas se extienden desde la oscuridad más profunda hasta las alturas de la luz divina. Cada esfera, o sefirah, es una manifestación divina que conecta todos los aspectos de la creación. Aquí, la oscuridad se entrelaza con la luz, formando una danza cósmica de transformación.
La Cábala propone un viaje interior a través de la meditación y la reflexión como medios para enfrentar la oscuridad. En la quietud de la mente y el corazón, se abre la puerta para descubrir la luz oculta en las sombras. La meditación permite explorar los rincones más profundos de nuestro ser, desentrañando misterios y revelando la presencia divina que aguarda en el silencio interior.
La transformación a través de la oscuridad requiere una búsqueda interior constante y una valiente autoevaluación. Al mirar hacia adentro y explorar nuestras propias sombras, podemos liberar la luz que yace latente en nuestro ser. Este proceso no solo nos transforma individualmente, sino que también fortalece nuestra conexión con lo divino y con la esencia misma de la existencia.
Osea, en un mundo donde la oscuridad a veces puede parecer abrumadora, la Cábala nos ofrece un faro de esperanza y sabiduría. La transformación a través de la oscuridad se convierte en un viaje espiritual, un recordatorio de que la luz divina siempre está presente, incluso en los momentos más desafiantes. A través de la meditación, la reflexión y la búsqueda interior, podemos desentrañar la oscuridad que nos rodea y permitir que la luz interior brille con intensidad, guiándonos hacia una profunda iluminación espiritual. La Cábala nos invita a abrazar la oscuridad como parte esencial de nuestro viaje hacia la luz
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