Por Ivan Gomez
La palabra “Elohim” es una de las más importantes y misteriosas del judaísmo y tiene una definición muy significativa en la cabalá. Se trata de una palabra hebrea que aparece en el Tanaj (la Biblia judía) y que se utiliza para referirse a Dios. Sin embargo, su significado va mucho más allá de una simple referencia a la divinidad.
En la tradición cabalística, “Elohim” se interpreta como una palabra compuesta por dos raíces: “El” y “Hayam”. “El” es una palabra hebrea que significa “poder” o “fuerza”, mientras que “Hayam” significa “mar”. Por lo tanto, la palabra “Elohim” se traduce como “Dios de la fuerza del mar”. Esta definición es muy simbólica y tiene profundas implicaciones en la cabalá.
En la Biblia, encontramos varias referencias a “Elohim” que apuntan a esta idea de la fuerza del mar. Por ejemplo, en el libro de Job, se dice que “por su poder [Elohim] ha sujetado el mar” (Job 26:12). Esta imagen de Dios controlando las aguas del mar es muy significativa en la tradición cabalística, ya que el mar se asocia con el caos y la incertidumbre, mientras que Dios representa la estabilidad y el orden.
Además, en la cabalá se considera que “Elohim” tiene un significado más profundo que se relaciona con la creación del universo. Según la tradición cabalística, Dios creó el mundo a través de diez emanaciones o “sefirot”, que representan diferentes aspectos de su naturaleza. La primera de estas emanaciones es “Keter”, que se asocia con la corona y la divinidad suprema. Sin embargo, para manifestarse en el mundo, Dios necesitó crear un intermediario que actuara como un puente entre lo divino y lo material. Este intermediario se llama “Maljut” y se asocia con el reino físico.
En la cabalá, “Elohim” se considera una especie de “seudónimo” que utiliza Dios para manifestarse en el mundo a través de “Maljut”. Es decir, “Elohim” es el aspecto divino que se manifiesta en el mundo físico y que permite que el universo exista. Esta idea se refleja en el versículo del Génesis que dice: “En el principio, creó Elohim los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
Por último, es importante destacar que “Elohim” es una palabra plural en hebreo. Esto ha llevado a algunos cabalistas a interpretarla como una referencia a las diferentes sefirot que componen el mundo divino. Es decir, “Elohim” sería una especie de “colectivo divino” que representa la unión de todas las sefirot en un solo ser.
Dios es UNO
La palabra “Elohim” aparece en el primer versículo del Génesis en la Biblia hebrea, y es un término clave en la tradición cabalística. En este artículo, exploraremos la definición de la palabra “Elohim” en el contexto del Génesis capítulo 1, verso 1, y cómo se relaciona con la unidad de Dios.
El verso del Génesis 1:1 dice: “En el principio, creó Elohim los cielos y la tierra”. La palabra “Elohim” se traduce comúnmente como “Dios” en español, pero en la cabalá, esta palabra tiene un significado más profundo. Según la tradición cabalística, “Elohim” es una de las formas de Dios que se manifiesta en el mundo.
En el contexto del Génesis capítulo 1, “Elohim” se utiliza para describir la creación del mundo. En la cabalá, se considera que Dios creó el universo a través de las diez emanaciones o “sefirot”, que se relacionan entre sí para formar el universo. Estas sefirot representan diferentes aspectos de la naturaleza divina, y se cree que Dios creó el mundo a través de estas emanaciones divinas.
Por lo tanto, en el Génesis capítulo 1, “Elohim” se utiliza para describir la forma en que Dios creó el mundo a través de las sefirot. Este versículo establece la idea de que Dios es el creador del universo y que la creación es una manifestación de la naturaleza divina.
Además, “Elohim” se relaciona con la idea de la unidad de Dios. Aunque Dios se manifiesta en el mundo a través de las sefirot, se considera que Dios es uno y no hay nada más allá de Él. Esta idea se refleja en el Shemá Israel, la oración más importante del judaísmo, que dice: “Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es” (Deuteronomio 6:4).
En los escritos de los sabios cabalistas, se explica que “Elohim” representa una de las formas en que Dios se manifiesta en el mundo. El rabino Moses Cordovero escribió: “Dios se llama Elohim cuando Él actúa como Causa Primaria, creando el mundo a través de las sefirot” (Pardes Rimonim, capítulo 1).
Esta idea de la unidad de Dios y su relación con la nulidad se refleja en los escritos de los sabios cabalistas. Por ejemplo, el rabino Moshe Cordovero escribió: “Dios es el ser absolutamente uno, sin posibilidad de separación o división. No hay lugar vacío de su presencia, ni momento en que no esté presente” (Pardes Rimonim, capítulo 3).
