Por Ivan Gomez
El Sefer ha-Razim es un antiguo tratado judío de magia y misticismo que se cree que fue escrito en la época talmúdica o quizás un poco después, entre los siglos III y VI EC. El título Sefer ha-Razim se traduce como “El libro de los misterios” o “El libro de los secretos”, y es considerado uno de los textos más importantes en la tradición mágica judía. El libro presenta un sistema detallado de prácticas mágicas y rituales destinados a controlar y dirigir las fuerzas divinas para lograr diversos objetivos, como la curación de enfermedades, la protección contra el mal, la conquista del amor y el éxito en la vida.
El Sefer ha-Razim describe una serie de invocaciones, conjuros, amuletos y fórmulas mágicas destinadas a lograr estos objetivos. También el libro contiene información sobre los ángeles, los demonios y otros seres sobrenaturales. El texto se divide en siete secciones, cada una de las cuales se centra en un tema específico, como la astrología, la alquimia y la magia.
Uno de los aspectos más interesantes del Sefer ha-Razim es su enfoque en la magia de los nombres divinos. Cada nombre de Dios tiene un poder específico que puede ser utilizado para lograr diferentes objetivos mágicos. El libro presenta una lista detallada de los nombres divinos y sus correspondientes poderes mágicos.
El Sefer ha-Razim ha sido citado y utilizado por varios escritores y estudiosos a lo largo de los siglos. Uno de los más conocidos fue el rabino Moshe de León, quien también escribió el Zohar, otro texto cabalístico importante. En una carta a un amigo, Moshe de León escribió: “Tengo en mis manos el Sefer ha-Razim, el cual contiene secretos que sólo unos pocos han conocido. Con su ayuda, puedo controlar las fuerzas celestiales y terrenales”.
Otro cabalista famoso, el rabino Isaac Luria, también conocido como el Ari, mencionó el Sefer ha-Razim en sus escritos. En una de sus enseñanzas, el Ari explicó que el libro contiene información sobre los 72 ángeles, cada uno de los cuales tiene un papel específico en el universo. Según el Ari, los nombres divinos contenidos en el Sefer ha-Razim pueden ser utilizados para invocar a estos ángeles y pedir su ayuda en diferentes situaciones.
Aquí te presento dos fragmentos traducidos del texto original:
Invocación a los ángeles de los vientos:
“Oh ángeles de los vientos, escuchen mi voz y obedezcan mi mandato, porque yo, [nombre del invocador], tengo el conocimiento de los nombres sagrados que han sido entregados a mí. Yo los invoco y los llamo para que vengan a mi presencia, en este lugar sagrado, y hagan lo que les pido: que soplen en la dirección que les indico, con la fuerza que les ordeno, y que no causen daño alguno a mí, a mi hogar o a mis seres queridos. Así sea”.
Conjuro para proteger contra el mal:
“Con el poder de los nombres sagrados del Señor de los ejércitos, yo, [nombre del invocador], conjuro a todas las fuerzas malvadas y a los espíritus malignos que puedan estar acechando en este lugar o en mi hogar: ¡retírense! ¡No tengan poder ni influencia sobre mí, ni sobre mi familia, ni sobre mis bienes! Con la ayuda del Todopoderoso y la protección de los ángeles, yo estoy protegido y seguro. Amen”.
Ten en cuenta que estos fragmentos son sólo una pequeña muestra del tipo de prácticas y conjuros que se describen en el Sefer ha-Razim. Además, debes tener cuidado al utilizar cualquier tipo de práctica mágica, ya que pueden tener consecuencias inesperadas. Si estás interesado en explorar la magia judía, te recomendamos que busques la guía y el consejo de un experto en la materia.
