El signo astrológico de Cáncer está asociado con la sefirah de Yesod en la Cábala, que se encuentra en la columna central del Árbol de la Vida. Yesod se considera como el fundamento o la base sobre la cual se construye el mundo físico. Es la energía que nos conecta con nuestro poder creativo y nos ayuda a manifestar nuestras ideas en el mundo material.
Cáncer se asocia con la energía del agua y se considera que está gobernado por la Luna. La energía de este signo se relaciona con la sensibilidad, la intuición y la emoción. Los cánceres son conocidos por ser personas emocionales, empáticas y protectoras de aquellos que aman.
Desde la perspectiva cabalística, Cáncer nos enseña sobre la importancia de conectar con nuestras emociones y de honrar nuestra intuición. Es un signo que nos invita a cuidar de nosotros mismos y de aquellos que amamos, y a crear un hogar seguro y acogedor para nuestra familia y comunidad.
En la Biblia, la energía de Cáncer se puede encontrar en el libro de los Salmos, que habla de la importancia de honrar nuestras emociones y de conectarnos con nuestra intuición. El Salmo 42, por ejemplo, dice: “Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así mi alma anhela por ti, oh Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo podré ir y presentarme ante Dios?” (versículos 1-2). Este salmo nos habla sobre la sed de Dios y la necesidad de conectar con nuestra espiritualidad y nuestras emociones más profundas.
Grandes cabalistas como el rabino Isaac Luria también hablan sobre la energía de Cáncer. Luria nos enseña que Yesod es la sefirah que une el mundo espiritual con el mundo físico, y que la energía de Cáncer es crucial para la manifestación de nuestras ideas y proyectos en el mundo material. También habla sobre la importancia de honrar nuestras emociones y de conectar con nuestra intuición, para poder crear un mundo más equilibrado y armonioso.